Sugerencias para la Estimulación del Lenguaje en Niños

     En lo que refiere al Lenguaje, lo importante es el estímulo constante, sistemático, adecuado a las condiciones del niño y su familia, desde las etapas más tempranas del desarrollo. A continuación, presentamos una serie de sugerencias para la estimulación lingüística de su hijo:

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  • Es muy importante permitir situaciones de interacción comunicativa, conversando con él de temas de su interés (juguetes, dibujos animados, programas de televisión, comidas, etc.). Apoyen la conversación con dibujos, láminas, revistas, catálogos de supermercado y/o fotos de personas familiares.
  • Establezcan espacios de interacción y juego diariamente en un horario definido, especialmente cuando su hijo se encuentra descansado, sin obligarlo a hacer actividades que no sean de su interés.
  • Es importante que dentro de sus juguetes existan objetos figurativos o representativos de la realidad, independiente del sexo, (figuras humanas, animales, tazas, platos, medios de transporte, prendas de vestir, etc.) y materiales para trabajar con las manos (plasticina, lápices de colores, papel, etc.). También se recomienda contar con libros de cuentos coloridos y dibujos atractivos para que le cuente historias (más que leerlas se sugiere que uds. las inventen).
  • Clasifiquen juntos los juguetes, dejando en una misma caja todos los animales, en otra los personajes humanos, etc. Una vez terminado el juego, juntos guarden donde corresponde cada objeto.
  • Vayan de paseo a distintas partes (el supermercado, la feria, el zoológico, etc.), y comente con él  todo lo que ven (háblenle con frases sencillas, gramaticales y con palabras bien articuladas), sin importar si su hijo(a) no le responde. Hagan el ruido y los gestos de los animales, medios de transportes, etc. Siempre nombren los objetos del mundo correctamente (auto y no «papú») y enséñenle el nombre de los objetos nuevos que va conociendo.
  • Siempre explíquenle para qué sirven los objetos y qué características tienen (por ejemplo: ¡mira un calcetín!… es para abrigar tus pies… es de lana… tiene dibujos, etc.).
  • Permitan que el niño se exprese, que pida cosas, que reclame, etc. No le pasen todo a penas llore, grite o apunte. Traten de que pida con la mano (dame).
  • Enséñenle a escuchar el silencio, la música, los ruidos, las voces de los otros (primero haga el gesto de silencio y luego el de escuchar). Es bueno que aprenda canciones sencillas, como por ejemplo las manitos.
  • No le corrijan su expresión oral. Es bueno darle la oportunidad de que se exprese como pueda, sin burlarse de él ni imitarlo. En vez de corregir, aporten nueva información a lo que su hijo dijo y articulen bien cada palabra (por ejemplo si el niño(a) dice: “ato feo”, uds. pueden decir: “¡si!, este auto es muy feo”).
  • Pónganle atención cuando hable, mirándolo(a) a los ojos, sin interrumpirlo cuando esté contando algo ni retarlo(a).
  • Favorezcan su participación en actividades de carácter social (jardín infantil, grupos de amiguitos, actividades manuales, etc.).
  • Si corresponde, castíguenlo, privándolo de aquellas cosas o actividades que le agraden. No use el castigo físico.

     Es importante que  tomen en cuenta estas recomendaciones, ya que depende de esto, en gran medida, los diferentes avances que presente.

01/04/2013 at 11:36 am Deja un comentario

De vuelta al colegio


Psicopedagoga Macarena Olivares

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     Las vacaciones son una época muy esperada y divertida para todos los niños que han terminado el año escolar y, como siempre, desean dejar atrás el estudio y todo lo relacionado y las clases. Sin embargo, pese a que hayan tenido un verano muy entretenido y repleto de actividades, esta época siempre finaliza, y al inicio del mes de Marzo, nuestros hijos suelen pasarlo mal cuando les toca volver a la escuela pues se encuentran frente a situaciones nuevas, incluso algunas desconocidas.

     En la mayoría de los niños se produce nerviosismo o incertidumbre ante las expectativas sobre el primer día de clases, algo que es totalmente normal y comprensible en cualquier situación nueva, como en este caso lo serían; empezar a ir al colegio por primera vez, iniciar un nuevo ciclo educativo o un cambio de escuela, por ello es necesario como padres dar a nuestros niños un tiempo de adaptación. Recordándoles que todo el mundo está un poco nervioso el primer día de clase y que en muy poco tiempo el hecho de ir a la escuela se convertirá en una rutina cotidiana.

(más…)

01/03/2012 at 1:27 pm Deja un comentario

Trastornos de la Voz en los Profesores

Fonoaudióloga Tamara Allende

      Los trastornos de la voz, comúnmente conocidos como disfonías, se originan por un mal funcionamiento del sistema fonatorio (laringe y cuerdas vocales) y desencadenan alteraciones en la producción de una voz adecuada según las características de edad y sexo. Dichas alteraciones pueden darse a cualquier edad y afectar a personas de distinto género, edad y cultura. No obstante lo anterior, existen poblaciones que son más sensibles a padecer de dichas alteraciones: los niños y los profesionales de la voz.

Photobucket      Cuando hablamos de profesionales de la voz, nos referimos a todas aquellas personas, que utilizan la voz como medio de trabajo. Muchos de los individuos que pertenecen a este grupo, reciben formación acorde con las exigencias que realizan a su sistema fonador (cantantes, actores, locutores, entre otros), por lo que conocen los límites y pueden estar atentos a cualquier cambio en este.

      Sin embargo, existe otro grupo de profesionales de la voz, quienes no reciben la formación adecuada en relación a los cuidados que deben procurar  a la misma.  En este último grupo encontramos a los Profesores.

     La carrera de docente es una carrera que implica una fuerte exigencia en cuanto a la voz, y que en Chile, se acompaña de elementos que desfavorecen un correcto cuidado de la misma. Entre estos últimos podemos destacar elementos personales y ambientales, los cuales se describen a continuación:

  • Personales: Como se explico con anterioridad, los docentes en Chile no reciben formación académica respecto al buen uso de la voz y de los cuidados de la misma; es decir, carecen de conocimiento en técnica vocal, lo que  predispone la utilización de  técnicas compensatorias tales como gritar o forzar la musculatura del cuello, provocando daño al sistema de producción de la voz.  Además de lo anterior existen factores de riesgo en la población general, que pueden estar presentes también en los docentes, favoreciendo alteraciones del sistema, entre estas encontramos el consumo de tabaco, de alimentos muy condimentados, consumo excesivo de alcohol y de café, entre otras.
  • Ambientales: En nuestro país, muchos de los colegios se ubican en zonas especialmente ruidosas, lo que sumado a cursos numerosos (entre 30 y 40 alumnos), provoca que los docentes deban utilizar un volumen de voz excesivamente alto, para darse a entender en la sala de clases y llamar la atención de sus estudiantes. Otros factores a considerar son la acústica de la sala de clase, presencia de elementos irritantes del tracto respiratorio (polvo, alérgenos, etc) y duración de la jornada escolar.

     Cuando un docente presenta los factores de riesgo antes descritos podemos encontrarnos con consecuencias tales como irritación e inflamación de las cuerdas vocales  y /o esfuerzo e hiperfunción de la musculatura laríngea, las que repetidas en el tiempo pueden generar daño  estructural en el sistema fonador.

      Debido a los antecedentes antes descritos es que se vuelve de suma importancia, que todos aquellos profesionales que trabajan con la voz, y en especial el personal docente estén atentos frente a cualquier molestia en la zona de la garganta, o cualquier cambio en la calidad de la voz, y consulten a tiempo a los especialistas, fonoaudiólogo y otorrinolaringólogo. De esta manera logramos evitar trastornos mayores los que pueden llegar a requerir intervenciones quirúrgicas y licencias médicas prolongadas.

     La disfonía, no es un estado normal de nuestra voz, aún cuando las demandas vocales sean fuertes, por lo que si usted la padece con relativa frecuencia DEBE consultar.

 

14/10/2011 at 6:56 pm Deja un comentario

Ser padres de un adolescente: Una difícil y hermosa tarea (parte 2)

Psicóloga Camila Aguiló

¿Cómo hablarle a nuestro hijo/a adolescente?

Muchas veces dijimos algo con la mejor buena voluntad, y chocamos contra una pared. Otras ofrecemos algo que creemos que va a generar una celebración, y nos devuelven un gruñido…

  • Es importante aprender a expresar claramente nuestras preocupaciones, sin recitar dogmas ni estereotipos.
  • Esforzarse por ser siempre veraz, sincero y directo.
  • Tenemos que esforzarnos por CRITICAR Y REGAÑAR lo menos posible. Seguramente tenemos temas de sobra para criticar, pero criticar demasiado no ayudará, sino que empeorará todo el clima familiar.
  • Esforcémonos en evitar:

               – Los juicios demoledores

               – Los parlamentos largos

               – Cualquier forma de abuso de poder

¿Cómo son las discusiones saludables?

  • Por definición, nuestros hijos adolescentes no van a estar de acuerdo con nosotros. Esta es una realidad que deriva de su saludable necesidad de construirse a sí mismos, y no ser una mera fotocopia de sus padres.
  • Lo más importante es recordar que las discusiones no son para derrotar a nadie, sino para lograr entenderse mejor…
  • Son discusiones entre padres e hijos, seres que se aman y necesitan, que se valoran y respetan.

Ningún enojo puntual puede hacernos olvidar que nuestro “contrincante” es nuestro hijo: nuestra responsabilidad y nuestra esperanza.

¿Cuáles son las características de una discusión saludable?

  • Se focalizan en lo esencial, en lo importante y no en lo accesorio.
  • No debemos quedarnos atrapados en la discusión si estamos muy molestos. Mejor postergarla, para poder pensar y actuar adecuadamente.
  • Es muy importante tener claro y explicitado el tema que se va a discutir (si vamos a hablar del horario de las fiestas, vamos a discutir de eso y no de sus amigos u otras cosas).
  • Es importante establecer de antemano algo así como un “código de ética” explicito, que de cuenta de las necesidades que quienes van a discutir el tema. Por ejemplo: no gritar, no insultar, no compararme con mi hermano, etc.
  • Elegir el momento y lugar adecuado para conversar. Buscar privacidad, comodidad y tranquilidad.
  • Explicitemos claramente como hubiéramos querido que se hicieran las cosas.
  • Escuchemos realmente lo que nuestro hijo/a nos dice: no lo interrumpamos ni pasemos por alto sus dichos, ni estemos a la defensiva.
  • Enviemos un mensaje (implícito y explicito) optimista y esperanzado en que el cambio, o el acuerdo si es posible.

Que no nos pase esto!!

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28/09/2011 at 9:30 am Deja un comentario

Ser padres de un adolescente: Una difícil y hermosa tarea (parte 1)

Psicóloga Camila Aguiló 

¿Qué caracteriza a un adolescente?

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  • Está en proceso de construcción de identidad.
  • Sensación de molestia/extrañeza con sí mismo y con su cuerpo.
  • Muy focalizados en sí mismos.
  • Intereses y vestimenta muy influenciable por su grupo de pares.
  • Variabilidad del humor.
  • Aumento de la habilidad de expresarse a través del lenguaje.
  • Toma de conciencia de que los padres no son perfectos: identificación de sus debilidades
  • Disminución de las demostraciones de afecto hacia sus padres, con ocasionales muestras de agresividad
  • Quejas de que los padres interfieren con su independencia.
  • Tendencia a regresar a comportamientos infantiles, particularmente frente al estrés.
  • Aumento del interés por el sexo opuesto.
  • Preocupación relacionada con su atractivo físico y sexual.
  • Desarrollo de ideales y selección de modelos a imitar.
  • Los intereses intelectuales se expanden y ganan importancia.

Leyendo todas estas características nos damos cuenta de que ser padres y convivir con un adolescente no es una tarea fácil ni descansada.

Por lo general, descubrir un día que nuestro “niño” o “niña” ha dejado de serlo resulta todo un shock… en algunos casos esto es recibido con alegría, en otros con tristeza, en otros con miedo, y en la mayoría de los casos con una ambivalente mezcla de estas emociones.

La adolescencia puede llegar a ser un proceso difícil para todos. Este es el último trecho en el largo camino de la dependencia absoluta a la independencia que genera movimientos muy fuertes en todos los implicados…

Tanto en los padres como en los hijos adolescentes coexisten fuerzas encontradas:

–      En el adolescente: hay impaciencia por ser libre, pero también miedo a las responsabilidades, hay deseos de autonomía junto con deseos de ser protegido.

–      En los padres: sentimientos de impaciencia porque crezcan y sean independientes mezclado con mucho miedo de que nos dejen solos, y que ya no seamos necesarios.

El desafío para los padres es saber ir permitiendo la independencia gradual acompañada de responsabilidades graduales, sin abandonarlos ni dejar de orientarlos…   Ufff…  tarea nada de fácil.

Una clave importante para hacer de esta una etapa rica y saludable es lograr una buena calidad en la comunicación con ellos.

Y mencionamos aquí tres requisitos fundamentales de una buena comunicación: la empatía, la paciencia y el respeto.

La empatía

  • Lograr ser empáticos con los hijos adolescentes suele ser una tarea difícil para los padres. Si nos dejamos atrapar por la respuesta emocional inmediata que logra producir en nosotros muchas de sus actitudes, nos quedamos muy lejos de comprender qué es lo que realmente nos están queriendo decir.
  • Más vale contener esa primera reacción y darnos un tiempo para ubicarnos en su perspectiva y en su situación y hacer el esfuerzo por entender aquello que quieren expresarnos.

La Paciencia

  • No puede faltar una considerable dosis de paciencia. Muchas veces nuestros intentos de acercarnos y entender, reciben un rotundo (y aparente) rechazo. Creer que por ello no nos necesitan es un error.

El respeto

  • El respeto legítimo por la individualidad creciente de nuestros hijos es el único camino posible si queremos hacer de ellos personas que se respeten a sí mismos y que respeten a los demás.
  • Los adolescentes se equivocan mucho porque están haciendo un trabajo muy difícil: están construyéndose a sí mismos, están tratando de entender al mundo y a la vida y posicionarse en ella. Respetemos entonces sus errores como resultado de esta lucha, muchas veces dolorosa, por conseguir personalidad e ideas propias.

** En una segunda parte de este post, hablaremos sobre cómo comunicarse con un hijo adolescente.

07/09/2011 at 6:44 pm Deja un comentario

Dislalia en etapa escolar (parte 2)

Fonoaudióloga Tamara Allende

¿Qué se debe hacer?

 

     Una vez que nos damos cuenta que nuestros niños, en etapa escolar, presentan dificultades en la emisión de uno o varios fonemas, debemos acudir de forma inmediPhotobucketata al profesional especialista en el tema; en el caso de nuestro país, al fonoaudiólogo. Dicho profesional será el encargado de determinar las posibles causas y el tipo de error específico que se comete, para que, de esta manera, se genere el plan de intervención que guie al menor hacia la adquisición adecuada del fonema con dificultades.

      Es importante señalar que las dislalias pueden traer una gama importante de consecuencias negativas para el escolar al no ser tratadas. La primera de estas consecuencias, y en muchos casos la más importante para el menor, es el rechazo o las burlas de parte de sus pares, lo que puede repercutir en la apreciación de sí mismo y en la autoestima. Pero no debemos olvidar, que la emisión de un fonema de manera incorrecta se relaciona con una mala posición de la lengua al momento de la producción, lo que repetido en el tiempo durante la niñez y la adolescencia, puede desencadenar en alteración en el equilibrio de los músculos de cara y boca, provocando dolor e incluso cambios patológicos en la estructura de de la arcada dentaria, siendo el cambio más frecuente; mal posición de dientes en proceso de crecimiento y mordida abierta.

      En resumen, la dislalia es una patología que se caracteriza por una manera de hablar con errores en la articulación de uno o varios fonemas, impresionando el habla como la de un niño menor a la edad real. Se  presenta en etapas tempranas de la niñez, pero al no ser tratada puede mantenerse hasta la vida adulta, acarreando consecuencias negativas en distintas esferas del desarrollo.

16/08/2011 at 9:53 pm Deja un comentario

Dislalia en la etapa escolar (parte 1)

Fonoaudióloga Tamara Allende

Photobucket     En nuestro país, es bastante común encontrarnos en las escuelas y liceos con niños a los que les cuesta pronunciar determinados sonidos del habla. Estos niños tienden a reemplazar aquel sonido que le es más difícil por uno que le sea más fácil, o simplemente intentan pronunciarlo correctamente, sin lograrlo. Es así como podemos observar a Juan, quien cursa 4° año básico y que cambia el fonema /rr/ por el fonema /g/ en todas sus emisiones, es decir, palabras como /ratón/ o /rueda/ se transforman en /gaton/o /gueda/, respectivamente. En segundo lugar tenemos a Claudio, quien cursa 1° de enseñanza media, y que en vez de reemplazar el sonido /rr/ por otro, intenta decirlo pero, se aprecia un sonido extraño que se acerca a la /rr/ original, pero sin llegar a serlo.

En ambos casos podemos estar presentes frente a una dislalia de la etapa escolar.

     Según Pilar Pascual, el concepto de dislalia corresponde al trastorno en la articulación de los fonemas, ya sea por ausencia o alteración de algunos sonidos concretos, o, por la sustitución de estos por otros de forma improcedente. Se trata entonces de una incapacidad para formar correctamente ciertos fonemas o grupos de fonemas, tanto vocálicos como consonánticos.

    Cabe destacar que se habla de dislalia, sólo cuando estas dificultades persisten más allá del periodo de adquisición  de cada fonema; por ejemplo, en chile el fonema /rr/ se adquiere normalmente hasta los 5 años de edad, por lo tanto, un niño de tres años con dificultades en la pronunciación del mismo, se considera dentro del periodo de adquisición. Sin embargo si el mismo menor, continúa con dichas dificultades a los 6 o 7 años de edad, ya estamos frente a una dislalia. El periodo de adquisición es distinto para cada sonido del habla y para cada cultura. En nuestro país, el último sonido en adquirirse es la /rr/ por lo que un niño de 6 años ya debería ser capaz de pronunciar adecuadamente todos los sonidos de nuestro idioma.

     Se debe separar entre dos grandes tipos de dislalia, dependiendo de cuál sea la causa de la misma. Tenemos así, que cuando la dificultad en la articulación se encuentra dada por una alteración anatómica de los órganos que participan en el proceso de habla, estaremos frente a  una dislalia de tipo orgánico. Sin embargo cuando, a pesar de que todas las estructuras implicadas en el habla no presenten alteración anatómica, el menor no es capaz de manejar correctamente dichas estructuras para emitir los fonemas, hablaremos de una dislalia funcional.

     Es importante señalar que si estas dificultades nunca se han corregido a través de terapia formal, la dislalia puede permanecer incluso durante la adolescencia y adultez.

     ¿Qué se puede hacer? Será el tema que trataremos en un próximo post.

01/08/2011 at 9:53 pm Deja un comentario

Bajo Rendimiento Escolar (parte 2)

Psicóloga Denisse Ramírez

¿CUANDO INTERVENIR?

No hay que apresurarse y establecer un diagnóstico prematuro. Antes del segundo semestre del segundo básico no se puede hablar de trastornos de aprendizaje. En el proceso de aprendizaje es posible que veamos que nuestro hijo presenta escritura en carro, hace Photobucketcambios de letras, omite o agrega letras; quizás tenga dificultades de lectura, problemas con el tamaño y la organización de la información escrita o haga números invertidos. Estos son problemas propios del proceso de adquisición de la lectoescritura y el cálculo: no debemos alarmarnos. En el segundo año básico ya es posible hacer un diagnóstico más específico. Y es ahí cuando tenemos que estar muy atentos a los:

SINTOMAS

Si notamos que, a pesar de su esfuerzo el rendimiento de nuestro hijo no mejora, estamos ante los primeros indicios. Es importante entonces estar atentos a si nuestros hijos:

  • tarda más que la mayoría de los niños en hablar,
  • presenta problemas de pronunciación,
  • tiene vocabulario pobre,
  • muestra dificultad para aprender colores, formas, números,
  • presenta dificultades en la coordinación visomotora (dibujos pobres, mal realizados de acuerdo con su edad),
  • presenta dificultades de concentración y atención (por ejemplo, no termina las tareas),
  • su atención es variable,
  • no recuerda instrucciones,
  • le cuesta organizar su actividad,
  • actúa como si tuviese un «motor» interno que no para (caso de hiperactividad).

SUGERENCIAS GENERALES

En primerísimo lugar, claro, debemos observar. Como un cazador atento, nunca dejar de estar alerta. Así podremos detectar rápidamente si nuestro hijo tiene algún tipo de problema que afecta su rendimiento escolar. Para hacer más fácil la práctica, presentamos un punteo de los síntomas generales. En los casos de bajo rendimiento escolar sucede que el niño:

  • Se esfuerza y no obtiene una mejoría,
  • Presenta angustia o rechazo hacia la tarea escolar,
  • Está perdido en las clases,
  • Tiene «cuadernos en blanco», no tiene su material,
  • No logra mantener la información relativamente ordenada,
  • Muestra sentimientos de incapacidad frente a las obligaciones.

Una vez que observamos que nuestro hijo presenta problemas de aprendizaje, debemos intervenir. Algunas acciones que podemos emprender:

  • Definir el problema. (ya vimos que los hay de distinto tipo: sensoriales, emocionales, o más específicos de aprendizaje);
  • Acompañar al niño en su estudio, observar cómo resuelve las dificultades y cuánto está atendiendo;
  • Conversar con profesores y pedirles información;
  • No enjuiciar; el rendimiento escolar es sobrevalorado en nuestra cultura, el bajo rendimiento en un niño pequeño no determina su futuro;
  • Buscar ayuda psicológica y psicopedagógica para apoyar al niño en el desarrollo de sus destrezas;
  • Reconocer las áreas en las que es competente y alentarlo, estimularlo: es importante renovar la autoestima del pequeño;
  • Adecuar las expectativas a la realidad del niño sin dejar de estimular y sin presionar.
  • Buscar un establecimiento apropiado para sus necesidades;
  • Y siempre que tengamos dudas consultar a especialistas.

14/07/2011 at 9:27 am Deja un comentario

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